miércoles, 30 de marzo de 2011

LA INFLUENCIA Y EFECTOS DE LA MÚSICA ROCK EN LA JUVENTUD

LA INFLUENCIA Y EFECTOS DE LA MÚSICA ROCK EN LA JUVENTUD

La música siempre ha estado presente en la cultura de los pueblos, llegando a influencias en los aprendizajes, en las distintas costumbres de los pueblos y en las emociones de las personas. En cada país de crean diferentes músicas, que en muchas de las ocasiones se convierten en parte de su tradición. El escuchar un tango en Argentina, una marinera en el Perú, una samba en Brasil, etc. Muchas veces la música puede marcar el status social que tienen las personas. Hablar de la música chicha por ejemplo en el Perú. Esta música conocida como música tropical es un fenómeno musical que se activó a comienzos de los años '70; si bien es cierto, esta música es una mezcla de variados ritmos, no cabe duda en reconocer que se logró una mezcla perfecta, ya que encontró el camino para llegar al público peruano.

Mientras en la capital Lima empezó con un ritmo cumbiadero, en provincias y especialmente en la Sierra se mesclaron Huayno y Cumbia y a los finales de los años '80 aparecieron los verdaderos grupos que interpretarán pura música chicha.
Una de las grandes agrupaciones que sembró furor en Lima fue la de "Chacalón y su agrupación la Nueva Crema" o el “Grupo Cinco”; la mezcla de diferentes ritmos, en especial los autóctonas de un pueblo con identidad cultural, llegó a crear la música chicha netamente peruana.

Así también aparece el Rock por los años 50, que pasan a inmortalizarse gracias a cantantes como Elvis Presley, Beatles, Rolling Stones. Todas las músicas han logrado gran influencia en los adolescentes de cada época, pero en esta ocasión voy a tratar un poco más sobre la influencia y los efectos de la música rock en la juventud.

Tanto ha influenciado en la juventud esta música que ha llegado a ser una preocupación constante de las familias y hasta la propia sociedad. Se podido ver como esta música ha trasgredido los valores, poniendo al dinero, la fama, en primer lugar. A todo esto se han confabulado los medios de comunicación, en especial la televisión., consiguiendo en muchos de los casos por no generalizar, la modificación de la conducta de los oyentes.

A través del rock que es materia de estudio, llega al oyente mensajes subliminares, quien se encuentra desprotegido y penetra en su subconsciente, pasando por sus sentidos externos. El oyente en muchos de los casos ni cuenta se da que está recibiendo este tipo de mensajes, porque están lejos de su inteligencia y de su voluntad. Es el autor quien tiene claro el objetivo que quiere alcanzar. Los estudios han establecido que los mensajes que se reciben son de perversión sexual en todas sus formas, de impulso a la rebelión contra el orden establecido, a la iniciación al suicidio, a la violencia y homicidio y muchas veces a una consagración a satanás.

Los autores del rock expresan abiertamente que la inspiración de sus canciones es satánica.

Por ejemplo basta ver la letra de la canción The God of Thunder del grupo Kiss que dice:“Fui educado por un demonio, preparado para reinar como él. Soy el Señor del desierto. Un hombre de hierro de los tiempos modernos. Llamo a las tinieblas para agradarme y te ordeno arrodillarte delante del dios del trueno, dios del Rock'n roll”

O también la letra de The Dead Kennedy's que traducida al castellano dice lo siguiente: “Dios me dijo que te despelleje vivo. Yo mato a los niños. Me gusta verlos morir. Mato a los niños. Hago llorar a sus madres. Los aplasto con mi auto. Quiero oírlos gritar; darles bombones envenenados y arruinar su Halloween”.

Existen muchos testimonios de artistas de Rock que han empeñado su vida al maligno. Un testimonio es el de Alice Cooper, cuyo verdadero nombre es Vincent Fournier quien declaró a una revista “Hace algunos años fui a una sesión de espiritismo donde Norman Buekley, le suplicó que el espíritu se hiciera oír. El espíritu se manifestó por fin habló. Según cuenta el cantante, le prometió a él y a su grupo de música, la gloria, la dominación del mundo con la música rock y la riqueza en abundancia. Lo único dice el artista, que el maligno le pidió en cambio que le entregara su cuerpo para que ese espíritu tomara posesión de él. Por esta posesión de su cuerpo, se haría célebre a través del mundo entero. Por eso cambié de nombre. Así, pues he sido reconocido mundialmente. Otro caso es el de Mick Jagger de los Rollings Stones, quien se consagró a Satanás bajo la influencia de dos brujas: Marianne Faithfuil y de Anit Pallenberg.

Un tercer caso es el de Ozzy Cisburne del grupo Black Sabbath, quien confesó que nunca ha compuesto una canción sin estar en estado de trance.

Conociendo todos estos hechos, no llamaría la atención que estos artistas dejen sentir y ver la influencia demoniaca en irritabiliadad, espíritu de rebelión, lenguaje obsceno, propuestas blasfemas, tendencias suicidas.

También se ha podido comprobar que el exceso de música rock causa daños físicos.

Entre ello se ha determinado graves traumatismos de oídos, vista, columna vertebral, sistema endocrino y sistema nervioso de los oyentes que son asiduos a este tipo de música. Esto est´ça argumentado en los estudios de Bob Larson y un equipo médico de Cleveland han revelado varios síntomas convincentes en más de 200 pacientes

Asimismo produce efectos y consecuencias físicas asombrosas ya que se encontrarán cambios en el pulso y la respiración, secreción acrecentada de las glándulas endocrinas, en particular la glándula pituitaria que regula los procesos vitales en el organismo. Cuando aumenta la música la laringe se contrae, cuando baja se distiende.

El metabolismo de base y el porcentaje de azúcar en la sangre se modifican a lo largo de la audición. Se tiene comprobado que el rock y el pop condicionan primero el cuerpo y luego estimulan ciertas funciones hormonales del sistema endocrino.

Los científicos manifiestan que estos efectos aumentan con la intensidad de la música. Más allá de 80 decibeles el efecto es desagradable, a más de 90 se vuelve perjudicial.

Por ejemplo se ha comprobado que en los conciertos rock se ha medido de 106 a 108 decibeles en el centro de la sala y 120 cerca de la orquesta. Los especialistas han descubierto que en los jóvenes existen problemas de audición propios de los adultos de más de 50 años, así como un aumento inquietante de enfermedades cardio vasculares o problemas de equilibrio.

En cuanto a la vista, en los conciertos existe la necesidad de iluminación especial y la utilización de rayos láser que han producido daños irreversibles en los ojos de algunos participantes.

El médicor Paul Zenier, de la universidad de Purdue, explica que: 'ciertas discotecas están equipadas con efectos láser. Si el rayo penetra en el ojo puede producir una quemadura en la retina con formación de una mancha ciega y permanente. Además los rayos de luz animada que aparecen al ritmo de la música, producen vértigo, náuseas y fenómenos alucinantes'.

En el plano sexual, el equipo médico de Bob Larson afirma categóricamente: 'Las vibraciones de baja frecuencia, debidas a la amplificación de la guitarra baja, a las cuales se les agrega en el efecto repetitivo del beat, producen un efecto considerable sobre el líquido cerebro espinal. A su vez, este líquido afecta directamente la glándula pituitaria que regula la secreción de hormonas. El resultado global es un desequilibrio de las hormonas sexuales y suprarrenales, así como de un cambio radical de la tasa de insulina en la sangre, de manera que las diversas funciones de control de las inhibiciones morales caen por debajo de lo tolerante o están por debajo de lo tolerante o están completamente neutralizados'.

Por otro lado los últimos estudios han determinado que existen también daños sicológicos y que muchas veces son más graves que los daños fisiológicos. No existe persona alguna que se haya sometido durante un largo tiempo a la influencia del rock y que no haya sufrido de traumatismos sicológicos afectivos profundos.

Médicos como Raferty, Gramby Bline, Barnard Saibel, Walter Woight, así como Frank Garlock, Tom Allen establecen que existe modificación de las reacciones emotivas que van de la frustración a la violencia incontrolable, que hay pérdida del control, tanto consciente como reflejo, de las capacidades de concentración, también una disminución considerable del control de la voluntad sobre los impulsos subconscientes, una sobre-excitación neuro-sensorial que produce euforia, sugestividad, histeria e incluso alucinación. Trastornos serios de la memoria, de las funciones cerebrales y de la coordinación neuro-muscular. Estado hipnótico o cataléptico que convierte a la persona en una especie de zombi o de robot. Estado depresivo que va desde la neurosis hasta la psicosis, sobre todo cuando se combinan música y droga. Tendencias suicidas en homicidas acrecentadas con la audición cotidiana y prolongada de la música rock. Automutilación, autoinmolación y autocastigo, sobre todo en las grandes concentraciones e impulsos irresistibles de destrucción, de vandalismo y de levantamiento de descontentos, después de conciertos y de festivales de rock.

En lo que se refiere a los daños morales que tiene el rock, se puede resumir que hay unas consecuencias muy fuertes en los temas de sexo, la droga, la rebelión, la falsa religión y la influencia diabólica. Es pues la inteligencia, la voluntad, y la conciencia moral quienes sufren tal ataque por todos los sentidos, que sus capacidades de discernimiento y de resistencia disminuyen en gran medida, incluso a veces se neutralizan. En este estado de confusión moral y mental la vía queda completamente abierta a la liberación más violenta de los impulsos contenidos, tales como el odio, la ira, la envidia, la venganza y la sexualidad.

Estos artistas del rock se convierten, no sólo en modelos a imitar, sino también en ídolos a adorar. Este tema de la idolatría tuvo consecuencias macabras, tales como el fenómeno de las groupies (las jóvenes que entregan totalmente a sus ídolos para satisfacer todos sus caprichos sexuales). Hubo suicidios provocados por la muerte del artista favorito y algunos asesinatos de los cuales es el más famoso el de John Lennon por su admirador Mark David Chapman.

A esto habría que añadir los daños sociales y otros que el rock produce.

De tal manera hay que tener en cuenta que los jóvenes escuchan música desde que se levantan hasta que se acuestan, e incluso muchos de ellos duermen con música. La música es utilizada por los jóvenes y adolescentes como música de fondo y acompañamiento desde la ducha, mientras hacen los deberes o ayudan en las tareas de casa, cuando van en la combi, autobús, de compras, caminando o mientras ven la televisión o hablan con los amigos.

El impacto de la música rock de hoy en día va más allá de los simples textos, ritmos y sonidos e influye en los medios visuales, a pesar de que suele tener una vida muy corta. La música puede desempeñar un papel importante en la socialización y en la formación de la identidad del adolescente, y se ha convertido en un símbolo de su búsqueda de identidad y autonomía. Los adolescentes utilizan la música como refuerzo de identificación con su grupo de iguales, como vehículo de su rebeldía contra lo convencional, para ayudarles a establecer una identidad separada de la de sus padres o simplemente es usada para relajarse, entretenerse o evitar el sentimiento de soledad. Escuchar música y ver videos musicales son dos de las actividades más importantes relacionadas durante la adolescencia.

Según el Centro de Investigaciones Sociológicas y Eurostat, el 78% de los jóvenes ente 18 y 24 años escuchan música todos o casi todos los días. En una amplia encuesta realizada a jóvenes entre 14 y 16 años, en 10 ciudades urbanas diferentes del sudeste de Estados Unidos, escuchan música un promedio de 40 horas a la semana.

Los jóvenes escuchan música desde que se levantan hasta que se acuestan, e incluso muchos de ellos duermen con música.

Por todos estos datos considero que los educadores tenemos una tarea muy grande que hacer, decirle a los muchachos que no es mala la música, pero que todo exceso puede dañarles. Hay que persuadirlos el uso de otro tipo de música (como la clásica), que no es motivo de estudio, pero que también los estudios realizados, demuestran que provocan una influencia positiva.

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