miércoles, 1 de julio de 2009

Las Rabietas

LAS RABIETAS INFANTILES
"El pequeño Diego se ha enrabietado porque el profesor no le deja seguir jugando con la pelota y se lo ha dado a otro niño. Primero se ha ido a una esquina del patio y se ha quedado quieto. Luego se ha puesto a gritar y protestar. El profesor observa de reojo pero no interviene. Cuando se le ha pasado le invita a jugar con las instrucciones del caso en otro grupo de niños.
Diego acepta y recibe un abrazo por su buen comportamiento."
Escenas similares se viven con frecuencia en los colegios y en otros ámbitos.
"Sofía, una niña de 5 años está en el restaurante con sus padres y su hermano mayor. Se niega a tomar la sopa de pescado. Cierra la boca, baja la cabeza y cruza los brazos. Quiere ravioles. Sus padres le riñen e insisten para que coma porque "no va a haber otra cosa". Finalmente deciden pedir ravioles. Sofía sonríe y cambia su actitud."

El Crecimiento y el Desarrollo
Las Rabietas
¿Qué son las rabietas?
Las rabietas son una forma en la que un niño de corta edad expresa sus emociones fuertes antes de aprender a expresarlas de una forma socialmente aceptable. Aunque puede parecer que el niño está totalmente fuera de control, estas demostraciones de furia, el dar patadas, gritar o tirarse al suelo son una parte normal del desarrollo infantil.

Las rabietas a menudo se producen sólo con los padres. Es una forma por la que el niño comunica sus sentimientos. Los padres pueden aprender de sus hijos comprendiendo la situación que provocó la rabieta.
Las rabietas a menudo empiezan a la edad de 1 año aproximadamente y continúan hasta los 3 años de edad. Casi todos los niños las tienen, pero a la edad de 4 años la mayoría de los niños desarrolla el autocontrol necesario y las rabietas cesan.
Las rabietas son resultado de una frustración.
El objetivo principal de la mayoría de las rabietas es llamar la atención. No sólo logran su cometido cuando se les da lo que piden, sino cuando les miramos, les hablamos, intentamos razonar con ellos.
Las rabietas siempre tienen un motivo.

¿Qué causa las rabietas?

A medida que un niño de corta edad aprende más y se hace más independiente, quiere hacer más de lo que puede controlar física y emocionalmente.
Esto es frustrante para el niño y las frustraciones se expresan de varias formas. Las rabietas son peores y se producen más a menudo cuando el niño tiene hambre, está cansado o enfermo.
Algunas razones por las que los niños tienen rabietas incluyen las siguientes:
Quieren ser independientes, y se molestan cuando no pueden hacer lo que quieren.
Están tratando de llamar la atención para poner a prueba las reglas.
Se les ha quitado algo.
No han aprendido todas las palabras para decirle lo que sienten o quieren, y esto les molesta.
No entienden lo que usted quiere que hagan.
Están cansados o tienen hambre.
Están preocupados o molestos.
Sienten tensión en la casa.
Cómo prevenir las rabietas:

Aunque las rabietas algunas veces se producen sin aviso, los padres pueden a menudo saber cuándo un niño se está enfadando. Conocer las situaciones en las que hay más probabilidades de que su hijo tenga una rabieta y prevenirlas puede ayudar.
Un ejemplo es no permitir que su hijo se canse demasiado o tenga hambre. Algunas sugerencias para prevenir o reducir al máximo las rabietas incluyen las siguientes:
Siga la rutina para las horas de las comidas y de acostarse. Evite las excursiones largas, el retraso en las comidas y las siestas.
Distraiga a su hijo con un juguete que sí puede usar.
Sea razonable acerca de lo que espera de su hijo, y no espere que su hijo sea perfecto.
Ayude a su hijo a evitar la frustración. Prepare a su hijo para los cambios o eventos hablando acerca de ellos antes de que sucedan.
Deje que su hijo conozca sus reglas y adhiérase a ellas.
Cómo responder durante una rabieta:
Los siguientes son consejos útiles relacionados con las formas más apropiadas de responder durante una rabieta de su hijo:
Mantenga la calma.
Ignore al niño hasta que se tranquilice. Siga haciendo lo que estaba haciendo antes de que se produjera la rabieta.
No pegue a su hijo.
No se rinda a la rabieta. Cuando los padres se rinden, los niños aprenden a utilizar una conducta inapropiada para salirse con la suya.
No "soborne" a su hijo para parar la rabieta. El niño entonces aprende a actuar incorrectamente para conseguir una recompensa.
Quítele de las manos todos los objetos potencialmente peligrosos o retírelos del camino.
Utilice un descanso durante un corto período de tiempo para permitir que el niño recupere el control.
Dar al niño la oportunidad para tranquilizarse, llevándolo a otra habitación
Una vez que le haya pasado la rabieta, hacerlo reflexionar sobre su actitud
Mostrarse orgullosos ante los primeros intentos de autocontrol del niño
¿Qué más debe saber un padre, una madre o el maetsro del colegio, sobre las rabietas?

Las rabietas, por lo general, disminuyen a medida que los niños crecen. Los niños deben jugar y actuar normalmente cuando no tienen las rabietas. Sin embargo, consulte con el médico de su niño si se presentan:
Las rabietas son fuertes, duran mucho o se producen muy a menudo.
Su hijo tiene muchos problemas para hablar y no puede decirle lo que necesita.
Las rabietas continúan o empeoran después de los 3 ó 4 años de edad.
Su hijo tiene síntomas de enfermedad junto con las rabietas o se aguanta la respiración hasta desmayarse.
Su hijo se daña a sí mismo o a otros durante las rabietas.




































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